domingo, 8 de julio de 2012

Ese Congreso que nos hizo Nación y que terminó mal...

Lo que no te contaron del 9 de julio de 1816. Declararon la Inde-
pendencia, sí ...pero...para arribar a aquel día en que nació en
verdad nuestra Nación (porque puedes tener otra patria, pero
integrar otra nación, ejemplo: País Vasco- España) tuvieron que
coincidir unos cuantos urticantes motivos.

Como habíamos visto en la nota anterior, la "Asamblea del año
XIII" tiró la pelota hacia adelante en los temas "Sancionar una
Constitución" y "Declarar la Independencia". Claro, para eso
se debía definir previamente es sistema de gobierno, las autono-
mías, el tema financiero,etc. Curiosamente, pocos historiadores
le otorgan demasiado espacio como causal a este último ítem.
Menos Rodolfo Puiggrós, que hace hincapié a las arcas casi va-
cías, de una metrópoli que "debía" contribuir con el Ejército que
San Martín preparaba en Mendoza.  Se exigía a los hacendados
donativos, se les atrasó los pagos a proveedores privilegiando
los sueldos militares, se confinó a los opositores "extranjeros"
(a Luján) reacios de "colaborar" con la causa,etc.

El mal llamado "Congreso de Tucumán" debería ser llamado
"Congreso General Constituyente" porque ése era el primer man-
dato, y el con el tiempo, más la presión de San Martín, Güemes;
Belgrano y la buena fama lograda por Artigas en el Litoral (Liga
de los Pueblos Libres, esa utopía que murió cuando Portugal inva-
dió nuevamente la Banda Oriental) se hizo imperioso declarar la
independencia.

No vamos a repasar los 33 diputados, porque es harto conocida
la lista, que incluye algunos "diputruchos" como no podía ser de
otra manera. Pero bien intencionados. Juan Martín de Pueyrredón
representó a San Luis (nació y murió en Bs.As.) porque estando
confinado a esa provincia, conoció a San Martín, entabló amistad
y se transformó literalmente en su más fervoroso defensor. Y en
el caso de Tucumán, portavoz.

Son 33 historias dignas de ser conocidas. Valga una como ejem-
plo. El santiagueño Pedro León Gallo, presbítero recibido en
Córdoba (la Salamanca argentina por ese entonces) primero fue
Vice y luego Pdte. del Congreso (en 1819). Después de ocupar
cargos en su provincia, tras su importante paso institucional, se
vió envuelto en las rencillas domésticas reinantes, terminando
capturado por Taboada -en puja con su primo Carranza - some-
tido a torturas, para morir poco después en el olvido  (el 7 de
febrero de 1852 (en Tucumán !) Ejem...así tratamos a nuestros
héroes.

El Congreso inició sus sesiones el 24 de marzo de 1816 (no todo
lo sucedido el 24 de marzo es lúgubre ¿ves?) con una salva de 21
cañonazos....y en el caserón de Bernabé Aráoz, que prestó escrito-
rio y sillón presidencial -del Congreso,no confundir- porque los
edificios públicos de Tucumán (un villorio de 8.000 habitantes
aproximadamente) estaban en un estado ruinoso, todavía no se
habían concluído las tareas en la casa de doña Francisca Bazán
de Laguna, llamada hoy en día "la Casita de Tucumán" -ni un so-´
lo ladrillo de la origianl se conserva- que sería el sitio histórico
del grito de libertad.

El tema de la independencia se empezó a tratar el 3 de julio. El
día 6 arribó al Congreso el Gral. Belgrano, y "pateó el avispero"
con sus noticias. España ya había reconquistado los dominios de
la costa del Pacífico (Chile se tiñó de amarillo y rojo en la derro-
ta de Rancagua) y hay que declarar urgente la independencia.

Como sabemos, el prócer creador de la bandera era partidario de
una monarquía constitucional, poniendo en el trono a un descen-
diebnte de los Incas. Supuestamente, así se ganaría reconocimiento
de los monarcas integrantes de la "Santa Alianza". No era lo que
pedía San Martín a gritos, pero era algo.

El futuro Libertador, en carta al congresal mendocino Tomás Go-
doy Cruz, acicatea los tiempos con su famosa frase: "¿Hasta cuán-
do debemos esperar para que declaren la independencia?¿No les
parece ridículo acuñar moneda, tener el pabellón y la cucarda
nacional, y por último, hacer la guerra al soberano de quien se
dice dependemos?"

El mítico ejército de 15.000 hombres que Fernando VII había
mandado para recuperar las "colonias insurrectas" por aquí
nunca se lo vió...pero aquel 9 de julio de 1816 era "el" día, no
hay duda. Al sanjuanino Francisco Narciso Laprida le cupo el
honor de ser el presidente (el cargo era rotativo) cuando al fin
se logró la declaración que desde 1813 se esperaba. El Acta,
según coinciden los historiadores, fue obra de José Mariano
Serrano, diputado por Charcas. Malas noticias para los racis-
tas.Se trata de la inmortal Chuquisaca ( actual Bolivia) o la
"ciudad de los tres nombres", actualmente llamada Sucre, en
honor al general al que Bolívar dejó con destino de liberar
al Alto Perú...y que le ponga su nombre, ya que estaba.

ACTA:
Se discute actualmente si es la original.La original se "perdió"
camino a Bs.As. por las desventuras en los senderos de Dios
-camino era mucho decir- según algunos , Felipe Pigna entre
ellos. Pero sin ninguna documentación que lo pruebe, otros
dicen que la "extraviada" estaba hecha según las ideas de
Belgrano, y que fue ésa en realidad la que el pueblo festejó
alborozado al día siguiente (un rey Inca a designar) versión a
la que resulta imposible adherir.

Como sea, el tema "declaración de la Independencia" quedó
concluído, y una nueva Nación se sumó al mundo. Faltan pues,
cuatro años para nuestro Bicentenario, sin "máscaras de Fernan-
do VII" ni ninguna teoría diversificadora que lo ponga en duda.

Pero en cambio, lo otro salió mal. La presión de Bs.As. por te-
ner más cerquita (y favorable) al Congreso derivó en su traslado
a Bs.As.  La mayoría había propuesto trasladarlo a Córdoba , un
punto equidistante. Pero ya habían estallado las diferencias que
pronto derivarían en su disolución, intento de retomar las sesio-
nes y definitivo adiós.

Fue porque el Congreso (ya no tan tucumano que digamos) san-
cionó la tan anhelada Costitucuón (llamada por los historiadores
"la Constitución unitaria") pero que fue rechazada por las provin-
cias , a tal punto de prepararse para entrar en guerra civil otra
vez...Corría 1819, en julio renuncia el Director Supremo (no el
Dictador Supremo como leímos en una "....pedia". Que lástima
un error tan grave) y junto a él se derrumba el Congreso "de Tucu-
mán" al compás del galope de los  caballos que con su bravos
jinetes fieles a sus respectivos caudillos irían a "explicarles" a
los porteños que no iban a aceptar tal Carta Magna.

En nuestro caso,los entrerrianos, porque como le dijo a Pueyrre-
don el Protector José Gervasio de Artigas "hace ya mas de un año
que hemos enarbolado el estandarte tricolor y hemos jurado inde-
pendencia absoluta..."

Luego iríamos a traicionar al oriental y adoptar la nuestra, la argen-
tina, pactando al sur de Santa Fe, para irritación de los porteños
que se encerrarían en su provincia. Pero esa ya es otra historia, que
no viene al caso.

Con estas líneas comenzamos a explicar nuestra postura. "El día
de la Patria" es el 9 de julio. Y de ser libres, se van a cumplir los
200 años dentro de poco. Ojalá tengamos la grandeza de festejar
el acontecimiento con la altura que nuestros prohombres merecen.
Sin mezclar los tantos. Sin golpes bajos. Y sin estúpidas compara-
ciones con el presente.


BIBLIOGRAFÍA
-  José M. Rosa "Historia Argentina" - Tomo III -Editorial Oriente
    Bs.As. 1992 (gentileza de mi estimado neighbourd J. Silveyra)

-  Rodolfo Puiggros "Historia económica del Río de la Plata"- Peña
    Lillo editor-Bs.As. 1948.

- Martha Etchart y Martha Douzon "Historia de las instituciones polí-
  ticas y sociales argentinas y americanas desde 1810" - Editotial
  Itinerarium S.A. - Bs.As. 1987

- Sitio El Historiador.com (director: Felipe Pigna)

- Blogs:  "aafc-historia-argentina.blogspot.com" (entre otros)

IMÁGENES

 Casita de Tucumán : del blog citado más arriba.

Supuesto acta oficial : Wikipedia.org

Mapa de Provincias Unidas o desunidas: mapatecavirtual.Blogspot.
                                                                  com

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