miércoles, 26 de septiembre de 2012

A 39 años de un crimen tan inexplicable como impune

Escribir sobre Historia reciente siempre es difícil. Más aún cuando se
trata de un hecho que aún hoy, 39 años después, permanece sin ser in-
vestigado a fondo, sin que se conozcan sus autores, y sin condena.

Para tratar de entender-haciendo un gran esfuerzo- el asesinato de
José Ignacio Rucci, debemos retrotraernos al clima de violencia, de
verborragia, de confusión ideológica imperante en nuestro país en los
principios de los años ´70.

Aún corriendo el riesgo de que las conclusiones no sean acertadas en su
totalidad, trataremos de resumir la confuso trama que lleva a que una de
las facciones de la alianza F.A.R. -Montoneros denominada "la Tenden-
cia" revolucionaria, planificara y ejecutara con absoluta frialdad el crimen
del Secretario General de la C.G.T.  con 23 disparos, y por la espalda,
el mediodía del 25 de setiembre de 1973.

En esto coinciden tanto José Pablo Feinmann como Juan Gelman, dos
renombrados estudiosos e intelectuales, que en su momento militaron en
la organización de tinte guevarista que buscaba llegar al poder "con la
fuerza que brota de la boca de un fusil" (Mario Firmenich declaró esta
tristemente célebre frase a la salida de una reunión con "el Viejo", como
ellos denominaban a Perón).

Como esta hoja está orientada fundamentalmente a los más jóvenes, que
se interesan por el estudio y la comprensión de la Historia sin "filtros" de
ninguna clase o ideología, vamos a repasar el oscuro período del final de
la dictadura militar, que comenzó con el derrocamiento del Dr. Illia, y a
fines de los ´60 entiende que no le queda margen para continuar.

Valiosos autores nos echaron luz sobre esos aciagos años, que no lográba-
mos entender por nuestra corta edad, y la sensación de estar envueltos en
una espiral de violencia y de sangre. En especial, la biografía del líder sindi-
cal es realmente esclarecedora, más si se la entrecruza o compara con los
importantes aportes ya conocidos de Feinmann, Altamirano, Terán, Larra-
2
quy, Verón y Sigel. Sin embargo, fue el periodista entrerriano (nacido en
Crespo) Ceferino Reato el que definitivamente reabrió el debate con su
famoso libro "Operación Traviata", que ya agotó dos ediciones.

El presidente de facto Alejandro Agustín Lanusse se vio forzado a nego-
ciar con una parte del sindicalismo, que ingenuamente pensaba unificar, en
lo que denominó G.A.N. (Gran Acuerdo Nacional) Una de las facciones
que se atribuía la "legítima" representación del trabajador argentino, tras la
fallida reunión de  julio de 1970, declara que "pasa a la clandestinidad", en
obvia alusión a la frase del "Che".

Célebre es la disputa verbal que mantuvieon a posteriori el cordobés Tosco
con el moderado Rucci, autor de la frase "Nada sin Perón". Es decir, prime-
ro debía regresar el gran líder, después su mágico dedo decidiría quién era
peronista y quien no. Desgraciadamente, Perón nunca lo hizo. O mejor di-
cho lo hizo, pero cuando para  Rucci ya era demasiado tarde.

Perón retorna, se aísla en Gaspar Campos, reuniéndose con todos los secto-
res. Ningún sí, ningún no. Los necesitaba a todos. Allí urde el plan de poner
a un dentista útil a la causa como candidato de la ansiosa masa que le respon-
día ciegamente, añorando una dorada época, que obviamente jamás regresó

No se define, porque obviamante, los necesitaba a todos (la fórmula Perón -
Perón ganó por el 62% de los votos, sin primarias que "desechen" a ninguna
minoría como en la actualidad)  lo que exaspera a Montoneros, que como
vimos no se inició con la apertura masiva de las puertas de las cárceles que
hizo "el tío José", solamente se reforzó. Cámpora siempre sostuvo que fue
"el error más grande de su vida".

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¿Subestimó Perón el poder de la izquierda armada que se decía peronista?
Es improbable. Lo cierto que su discurso era de "tirar la pelota para adelan-
te" porque en realidad -dice Feinmann- la izquierda nunca le cayó bien.

"Organícense, empápense de la doctrina peronista"  les decía una y otra vez
el "General" a la J.P. y el resto de las facciones, que se echaban la culpa los
unos a los otros de lo que los más jóvenes creían era una "demora" en acce-
der a los primerísimos cargos del poder.

Perón había declarado a Rucci, un dirigente de extracción social muy humilde,
como su virtual "hijo", es decir estamos mentalmente situados en una época
donde se discutía -sin nombrarlo jamás para no disgustar al "Viejo"- quién
sería el heredero, el sucesor de Perón.

Los discursos de Rucci tenían una dialéctica que aún hoy emocionan. Tal vez
nadie supo interpretar las ideas de Perón mas que él. De hecho, irritaba a los
que buscaban en la revuelta social y las armas el modo de acceder al poder
"con o sin Perón en el frente". El ambigüo discurso de Perón los hacía sentirse
avalados....hoy nos dá risa, pero en esa época, el auge de la revolución cubana
o el bamboleante régimen socialista de Salvador Allende en Chile, y hasta el
empantanamiento de los "yanquis" en Vietnam obraban como acicate en las
mentes de los intelectuales juveniles, con cierta preponderancia de los que
estudiaban en Córdoba (eso está comprobado por varios autores).


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Dicho en otras palabras, cuando más se encumbra Rucci ,más enemigos se va
granjeando. Era la hora del "Pacto Social" pergeñado por Perón para la "paci-
ficación e integración nacional" que por supuesto los izquierdistas reprobaban
porque veían en él un retroceso en sus derechos laborales.

Rucci pasó a ser la cabeza visible de la burocracia sindical que había engatusa-
do - según la febril imaginación- al General. Y él lo sabía. Tras firmar el pacto
con sectores económicos históricamente contrapuestos al pensamiento "funda-
cional" del peronismo, declaró "Se que con esto estoy firmando mi acta de
defunción, pero como los intereses de la Patria están por encima de los
personales, firmo igual".

Su último "acto" como sindicalista también lo pintó de cuerpo entero. Mandó
un telegrama de apoyo a Salvador Allende, acorralado por una huelga salvaje
de camioneros chilenos, que pronto le daría la excusa ideal a Pinochet para
asestarle el golpe militar que lo derribó.

"El tiempo de los enfrentamientos ha terminado"- decía en su último discurso.
La convicción de sus palabras llama poderosísimamente la atención,pues se
sabía un hombre acechado, por lo que se separó de sus familia, mudándose
a un departamento en Flores, donde mantenía reuniones con los pocos ami-
gos que le quedaban.

El dibujo de Rep para el suplemento de "Pagina 12" es muy elocuente. Esa
"soledad" se acentúa cuando se entera que le matan a su secretario personal,
Osvaldo Bianculli.  Rucci se despide de su mujer Coca, unos días antes de
su asesinato : "Yo ya estoy jugado" -le dice.

Luis Beraza resume mejor que nadie el clima de la época : "Se había entrado
en una especie de fatalismo,donde la prudencia y el salvar la vida, era sinónimo
de cobardía, de traición."

El autor de estas líneas recuerda las voces de aprobación de cierto sector de
los trabajadores, de elevado nivel intelectual y con título universitario, emplea-
dos de una repartición por entonces estatal :" Bien hecho, por traidor" (textual,
su autora ya falleció).

Feinmann y Gelman coinciden. La idea era "tirarle el cadáver" a Perón a modo
de presión. Perón lloró y les declaró la guerra. "Me cortaron mi brazo derecho"

"Nuestro apoyo y nuestra excesiva comprensión hacia la guerrilla ha finalizado".

Es decir, les salió el tiro por la culata. Pero había más. Luego de haber arrasado
en las elecciones, el delgado hilo que (supuestamente) unía a Perón con los Mon-
toneros se tensa, a tal punto que el 1º de mayo de 1974, dos meses antes de su
muerte...Perón los echa de Plaza de Mayo.

El discurso del General era interrumpido por los bombos "Que pasa mi General-
está lleno de gorilas- el Gobierno popular" hasta que la ronca y debilitada coz del
anciano líder le dedica estos adjetivos "Imbéciles" "Imberbes" "infiltrados" "idiotas,
mercenarios al servicio del dinero extranjero".

Al resto de la Historia ya la conoces, muere Perón y asume una dama cuya única
experiencia política anterior fue una visita a sindicalistas mendocinos.

La familia de Rucci cobra en Bonos del Estado una idemnización de $ 240.000
el 1º de noviembre de 1999, amparándose en la ley 24.411. Posteriormente, se
publican los libros de Beraza (2003) y el más reciente de Reato, que llevan a su
hija, la actual parlamentaria Claudia Rucci, a interponer una petición ante la Justi-
cia para que el crimen de su padre (ella tenía 9 años y su hermano Aníbal, 14, el
día de los 23 balazos) sea considerado "de lesa humanidad".

El pasado 10 de agosto, el juez federal Ariel Lijo le negó ese carácter. a pesar de
la opinión de destacados especialistas en la materia, como Luis Moreno Ocampo,
que lo contradice aseverando que "el Tratado de Roma no distingue (a los críme-
nes de lesa humanidad según) la autoría del crimen", que fue el motivo esgrimido
por Lijo -no saber a ciencia cierta quienes fueron- para el dictamen negativo.

Por si no lo entiendes, te lo traducimos. El crimen prescribió.



BIBLIOGRAFÍA


 -FEINMANN, José Pablo. en capítulo "Fuimos nosotros" del fascículo "¿Quién
                                         mató a Rucci? IV" del suplemento "Peronismo, filosofía
                                         política de una obstinación argentina" del diario Página
                                         12, Buenos Aires, diciembre de 2009. (imagen 3)

- REATO, Ceferino  en "Operación Traviata" Editorial Sudamericana, Bs.As,
                                     2008 (imagen 4)

- BERAZA, Luis Fernando en "José Ignacio Rucci," (imagen 2) que mas que una
                                          biografía es un minucioso estudio de época, en posición
                                          absolutamente neutral. Editorial Vergara, Bs.As. 2003.


Para los que quieran indagar más en la época de la muerte de Rucci o anterior, es
de recomendar los libros "Fuimos soldados" de Marcelo Larraquy, "Ezeiza" de Hora-
cio Verbitsky , "Nuestros años sesenta" de Oscar Terán, el ensayo "Peronismo y
cultura de izquierda" de Carlos Altamirano (que ha revisado su capítulo final  en
la última edición de este verdadero clásico) "Los tres peronismos" de Ricardo Sidi-
caro y el esencial "Perón o muerte" de Eliseo Verón y Silvia Sigel , al que se lo
debe leer sin embargo teniendo en cuenta la "data" en que se lo escribió, 1986.

PARA escarbar aún más sobre los autores materiales del crimen de Rucci hay varios
sitios y blogs. Recomendamos no pasar por alto "elforro.com.ar" en su post " Rucci
asesinado por Montoneros".

SE CITAN libros y editoriales a los fines de no transgredir las leyes de autoría en
vigencia, aunque todos los citados están disponibles en sitios, aptos para su lectura
en tablets, PC, etc.


viernes, 21 de septiembre de 2012

Bicentenario de la "desobediencia" que salvó a la Revolución

Este 24 de setiembre se cumplirán 200 años de una batalla clave para las
provincias del N-O argentino, y también para el éxito de las ideas de Mayo.

Como vimos en la nota anterior, luego del Éxodo, el deshilachado Ejército
que comandaba Belgrano recibe la orden de "bajar" hasta Córdoba. Las
órdenes del Triunvirato eran terminantes, y serían ratificadas.

En esta nota estudiaremos los antecedentes, la previa de la batalla, y ésta
en sí. Una mirada a las cartas posteriores a la victoria, y al fin, las conclusiones.

Tras la sucesión de derrotas que comenzaron con el "desastre de Hauqui "
(para nosotros) o "Yuraicaragua del Desaguadero" (para los altoperuanos)
el Ejército del Norte emprende el retorno, con los realistas a prudente dis-
tancia, persiguiéndolos para aniquilarlos.

En ese contexto se produce el "Éxodo" como vimos. Uno de los actores
principales de la futura gran batalla, fue Eustoquio Díaz Vélez ,y su facción
de "irregulares" -reclutados en pueblos y en la campiña- a los que la Historia
conoce como "Los Decididos". (Eustaquio para los porteños, ver  imagen 2)

Pio Tristán envió una avanzada, al comando del Coronel Huizi, para hostigar
al ejército patriota en retirada, por lo que Díaz Vélez y sus hombres pidieron
para retomar al Norte y presentarles batalla.(1)

A orillas del río  homónimo ,"Las Piedras" (3 de setiembre de 1812) fue la
primera señal, desdeñada por el peruano Tristán, al servicio de la Corona.
Allí cayó prisionero Huizi, que nunca pensó que le irían a oponer resistencia.

Belgrano se detuvo en Tucumán, donde recibió todas las atenciones de la pode-
rosa familia Aráoz, cuya inercia fue significativa en la decisión del gran patriota
de no continuar  hasta "la Docta".

En efecto, bien asesorado por los baqueanos, sabía que de hacerlo, los realistas
podrían esquivarlo y llegar antes. He aquí otra virtud de Manuel José Joaquín
del Corazón de Jesús .. sabía escuchar.

Recordemos que la madre de Eustoquio era una Aráoz, y no pocos historiado-
res hacen hincapié en un amor prohibido que al apasionado General desvelaba.

Los tiempos se iban acortando, y maduraba la idea de hacerle frente al impre-
sionate escuadrón realista.

Aráoz le presentó a un pariente militar con el que comenzó a planear la desigual
contienda. Su nombre : Teniente Gregorio Aráoz de Lamadrid. Envió la carta a
Bs.As. comunicando sus preferencias, aún a sabiendas de lo que le iba a respon-
der el Triunvirato. El todavía oscuro secretario Rivadavia le respondió con énfa-
sis que debía obedecer la orden ya dada, pero esta respuesta llegó luego de la
Batalla que nos ocupa.

Antes de analizar la batalla y los preparativos, queremos destacar que Tucumán
2

y Salta fueron las dos únicas batallas contra el ejército realista libradas en
territorio argentino. Una parte de los relatos que a continuación trancribire-
mos, son autoría del futuro Gral. Paz (el "Manco" Paz) citadas por el portal
del Instituto Belgraniano ( manuelbelgrano.gov.ar) que asegura que si Belgra-
no obedecía al Triunvirato, se perdía las provincias del N y la suerte de la
Revolución hubiese quedado sepultada.

"Jamás desesperó de la salud de la Patria"- dice Paz- el valor de Belgrano
se reflejaba en su actitud " siempre en el sentido de avanzar sobre el enemi-
go, de perseguirlo. Y si éste era el perseguidor, hacer un alto y enfrentarlo".

EL LUGAR

El "Campo de las Carreras" era un extenso potrero situado en el entonces
Sud Oeste de la población de Tucumán. Hoy en día totalmente poblado y
delimitado por avenidas, aunque se puede apreciar el declive natural del
terreno.

Los habitantes del pueblo asistían a él los días festivos, y en algunas oca-
siones sivió de hiporrecta para cuadreras. En total, el "damero" de la ciudad
ocupaba 81 manzanas nomás, por lo que quedaba fuera del ejido.

El Ejército del Norte se colocó del modo usual en las batallas de la época,
esto es, se colocaba a la caballería en las dos alas (extremos) para evitar ma-
niobras de flanqueamiento que el enemigo pudiese intentar.

En el medio se colocaba la infantería. El ala derecha de los patriotas estaba
conformada por la caballería gaucha salteño-tucumana ("los Decididos") y
por los "Dragones del Perú" ,al comando del Tte. Coronel Juan Ramón  Bal-
carce. Aproximadamente unos 250 hombres.

Mirando al sur, se encolumnaron tres escuadrones de infantería, de unos 250
hombres cada una. La primera, "los Cazadores" tenía como voz de mando al
mayor Carlos Forest (el de la avenida en el barrio de Chacarita, sí)

A continuación, el Batallón Nº 6 de Infantería, al comando del Tte. Coronel
Ignacio Warnes (¡otra avenida de Bs.As.! Ahora ya sabés por quien)

Cerraba la formación, el Batallón de Castas (o de Pardos y Morenos) que
obedecía al Tte. Coronel José Superí. Por si no entendiste, era el batallón
integrado por gente "de color" o sea los de piel morena. Ëste era el orden
castrense heredado de los españoles, no existía la palabra "racismo". Los
 negros combatían por separado.

La restante milicia de caballería, cuidaba a éstos, con unos 250 jinetes al
comando del Tte. Coronel José Bernaides Polledo (patriota nacido en Gali-
cia, veterano del Ejército del Norte, que moriría en Valparaíso ocho años
después).Nuestro General se situó en el ala izquierda.

Tal vez la más polémica de las decisiones de Belgrano estuvieron en el empla-
zamiento de la artillería. "Desatendida por el ejército patriota" -al decir de un
historiador.

En defensa del héroe de Tucumán, debemos decir que los cañones eran bien
escasos. Había que decidir si se los llevaba a todos al "Campo de las Carreras"
o si se dejaba unos cuantos, estratégicamente colocados en la ciudad, por si
un escuadrón rival burlaba la contienda y se dirigiese directo a la plaza.

Dice el entonces Teniente José María Paz en sus memorias "En los planes del
General estaba cuidar la plaza, dar batallas a las orillas de la ciudad" es decir,
cuidar al resto de la población. Como podemos ver, ningún detalle escapó a
su genial orden.

Se fosearon los bocacalles de la plaza, quedando la artillería al comando de
don Benito Martínez, contando con un total de " entre treinta y cuarenta hom-
brs. los menos útiles. No servirían para una defensa, pero era para conservar
el punto mientras se decidía". Ésta es la causa de la pobre cantidad de cañones
en el campo de batalla, que algunos calculan en menor a la media docena.

"A contrapelo de lo que era usual en la época, se desperdició el uso de un ar-
ma formidable, al intercalar los cañones, y no concentrar todo el poder de fue-
go en una sola batería" -dictaminaron los especialistas en estrategias. Nos ima-
ginamos las arduas discusiones de Belgrano con sus adláteres por este tema.

Un ilustre estaba al mando de la artillería. Como Comandante General  de la
fuerza, Belgrano contaba con el Barón Eduardo Wenceslao K. de Holmberg,
uno de los cuatro genios militares llegados al país en la fragata "George Canning"
-los otros tres eran San Martín, Alvear y Zapiola- y futuro abuelo del naturalista
germano-argentino E. Ladislao Holmberg. (narra el sitio revistacriterio.com.ar)

Un veterano de las guerras napoleónicas al cual los especialistas en estrategias
nunca le perdonaron "el inútil despliegue de los cañones". Se dice, el Barón tuvo
oportunidades de presenciar los estragos provocados por la artillería francesa,
concentrada en una sola boca de fuego. Olvidaron que el que decidía era Belgra-
no, y parece que tanto no se equivocó...

El Tte. Cnel. Manuel Dorrego. estaba al frente de los 200 infantes de reserva,
un disímil "piquete extraído de otros cuerpos" que esperaba la orden para entrar
en acción. Por supuesto que también se dejó dos pequeñas partidas de caballería
de reserva. Una detrás del ala derecha. Y una de milicianos de Santiago del Este-
ro en el ala izquierda, o sea a las espaldas del Gral. Belgrano. Nada librado al
azar. El ilustre prócer aprendía de cada derrota.

Todo estaba listo, pues como era lógico, se creía que los realistas entrarían por el
norte. Pero hacia las 8 de la mañana, se supo que el enemigo había avanzado de-
jando hacia la izquierda el acceso principal, esquivando la ciudad, dirigiéndose ha-
cia el cenagoso arroyo Manantiales,una legua y media al Sud- Oeste de la ciudad.

Dice Paz "Buscaba así colocarse en nuestra retaguardia, la que pensaba cortar"
Esto significa que el Gral. Belgrano tuvo que contramarchar (sin perder el orden).

Nótese que durante la noche anterior (23 de setiembre) las tropas de Pio Tristán
habían acampado en "Los Nogales", sobre el "Camino de las Postas" (aledaña a
la actual Ruta 9) porque al descubrir que su antiguo compañero de estudios -en
Madrid- se había atrincherado en Tucumán, Tristán decidió no enfrentarlo sino
rodearlo, confiado en una pronta rendición.

Llegado el día, al fin tomó el "Camino del Perú" -inmediaciones de lo que hoy es
Tafí Vejo- sendero que pasaba por el Oeste de Tucumán, para cruzar el puente
sobre el "Manantiales" que entonces existía, para  atacar a San Miguel de Tucu-
mán desde el sur.

Confiado en que Belgrano lo seguiría esperando en el norte... de sorprende-
dor pasó a sorprendido. Llevado forzosamente al "Campo de las Carreras", se
encontró con un enemigo extra imprevisto: una plaga de langostas de las tantas
que había, mas ¿tenía que suceder justo allí y en ese momento?

El accionar de "los Decididos" hizo honor a su nombre. El arrojo de estos im-
provisados milicianos, con armas poco convencionales - ataron sus cuchillos
a la punta de largas cañas- le dió empuje al resto, que nunca tuvo en cuenta
la inferioridad numérica de nuestros patriotas.

"La izquierda y el centro enemigo fueron arrollados" -dice Paz. En cambio,
"nuestra izquierda fue rechazada y perdió terreno entre el desorden".
El Coronel Seguí estaba virtualmente prisionero de una partida enemiga.
"Una (partida) de las nuestras los batió y recuperó" -relata Paz.

"El enemigo, por consecuencia de la (suerte) diversa del resultado del
combate en sus dos alas, se vió fraccionado, a lo que siguió una confusión"
analiza Manuel Lizondo Borda en  "Tucumán, la batalla del pueblo" (2)

Las cifras son elocuentes. El ejército realista estaba conformado por unos
3.200 hombres, Belgrano contaba con 1.500 contando todas las huestes.

También abundan los supuestos, como no podría ser otra cosa, tratándose
de argentinos. Se dice que la caballería tarijeña, punta de lanza de "los De-
cididos" de Díaz Vélez, llegó al otro lado del ejército usurpador , la retaguar-
dia, sin que le hayan opuesto resistencia. "Es imposible saber que efecto hubie-
ra causado el cargar nuevamente desde esa inmejorable posición, en un movi-
miento de4 pinzas, pero no olvidemos que estamos hablando de una caballe-
ría compuesta en general por hombres de campo y voluntarios, ignorantes
de la disciplina militar".

Hay otros detalles más, como la picardía de Lamadrid de incendiar los cam-
pos, para espantar a las langostas, y de paso, por acción del viento, confun-
dir a los realistas. Lamadrid conocía al dedillo el terreno por residir en las
cercanías. No obstante, no abundaremos en más detalles. Quienes quieran
leer el parte entero del General al Triunvirato, pueden dirigirse al sitio
 "portaldesalta.gov.ar" y el programa de actos conmemorativos de la
batalla se halla fácil en "elsigloweb.com" portal de noticias de Tucumán.

Al entrar a Tucumán, unos meses atrás, lo esperaban 400 maltrechos solda-
dos y la voluntad de Balcarce, nada más. Lo que hizo Belgrano es una obra
ciclópea. Organizarlos, adiestrarlos, munirlos de armas (o seudo-armas), cu-
rarlos, moralizarlos, alimentarlos...la excusa perfecta para desobedecer le
llegó una mañana. Recibió a una comitiva , integrada por el canónigo Dr. Pe-
dro Miguel Aráoz, Rudencindo Alvarado y Bernabé Aráoz, que le prometió
apoyo irrestricto de todo el pueblo tucumano, si se quedaba a enfrentar al
Brigadier Tristán.

 CONCLUSIONES

Luego vendría el correspondiente tributo del General a la "Virgen de la Merced"
a quien la sabiduría popular atribuye el "milagro" de la victoria.

A grandes rasgos, hemos hecho un pantallazo de una batalla, que dicho sea de pa-
so, no se puede desligar a la que le sucedería, la de Salta, a inicios del año si-
guiente. Lo que queremos resaltar de esta batalla, que aún no cuenta con un
monumento (sólo la maqueta que mostramos mas arriba) amén de un monolito,
muy valorado por los tucumanos, es que aquel Belgrano bisoño de la campaña
al Paraguay, había mutado en éste, un Belgrano pulcro, estratega, que le agregó
a su incomensurable valor y audacia, una osadía, una obstinación, un sano orgu-
llo de saber que toda una Revolución se jugaba la suerte en un choque, y ni
aún así, perdío la humildad y el norte de  altos objetivos que convergían en
uno y cada uno de los movimientos de los hombres de la Revolución.

De ahí al respeto, al amor, a la idolatría que sienten los habitantes del
Norte argentino por aquel General que nos legó la bandera, tres victorias
militares, cuatro escuelas, varias bibliotecas ,etc. pero que cuando murió
debieron recurrir al mármol de una mesada, para que con monedas de
una "vaquita" entre parientes y amigos, el artista grabara "Aquí yace el
General Belgrano"....nada más.





BIBLIOGRAFÍA

Nota basada en ídem del Instituto Belgraniano (manuelbelgrano.gov.ar)
     sobre el tema "Batalla de Tucumán".

(1) Juan Pablo Bustos Thames en nota conmemorativa de "elsigloweb.com"

(2) Lizondo Borda, Manuel en "Manuel Belgrano, los ideales de la patria"
      Instituto Belgraniano Nacional, Buenos Aires, 1995.

IMÁGENES

     - Cuadro de la Batalla de Tucumán, reproducido por  "Todo-noticias.com"
                                                            el original está en el Complejo Museo-
                                                             gráfico Enrique Udaondo en Luján.
                                                             Bs.As.

       -Cuadro de Díaz Vlélez y el de la Batalla de Tucumán en sepia, extraidos
                                                             de "portaldesalta.gov.ar"


     - Imagen de la medalla conmemorativa de la Batalla, de "manuelbelgrano.gov.ar"

     -  Belgrano ofrendando su victoria a la Virgen de la Merced, imagen reproducida
                                                               de "eldiario24.com"

     - Armas utilizadas en los años 1800... del portal "educasitios2009.educ.ar"

    -  Maqueta del monumento a la Batalla de Tucumán, de "eldiario24.com" sobre
                                                                  una imagen de U.N.T.



























































































































































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martes, 21 de agosto de 2012

Bicentenario de una epopeya :El éxodo jujeño.

Desde principios de año, las provincias del extremo Norte ha efectua-
do un amplio programa de actos para conmemorar el Bicentenario de
un acontecimiento casi sin parangón: el retroceso del Ejército del Nor-
te hacia Tucumán, llamado por los historiadores "El  Éxodo jujeño".

La palabra te suena, pero...¿Qué es un éxodo? Vamos a repasar des-
de el principio esta epopeya. Pero para ser sintéticos, trazaremos una
comparación. El capitán de un barco, como último recurso hunde su
propia nave, para que no caiga en manos del enemigo. Un General de
Ejército, cuando se le ordena retroceder, debe asimismo, dejarle la
"tierra arrasada" al enemigo. Éxodo es pues, toda la acción en conjun-
to, no el traslado solamente.

BREVE RESUMEN

Cebados por el "desastre de Huaqui",los realistas de Pio Tristán y José
Manuel de Goyeneche, avanzaban con unos 2.500-3.000 hombres, hacia
el territorio de "los insurgentes". Belgrano recibe la orden de replegarse a
Córdoba -que jamás cumpliría, solo "bajó" a Tucumán- y toda la tarea pre-
via de alzarle la moral a la parte de los jujeños que estaba a favor de la Re-
volución, pareciera haber sido en vano.

Es que a los habitantes naturales (unos 2.500) se le sumaron el remanente
de la "desbandada" de la batalla a orillas del Desaguadero, en la que perdi-
mos el Alto Perú. Rotosos, mal alimentados, desmoralizados...a todos esos
soldados que deambulaban, algunos infectados de paludismo inclusive, de-
bió organizar y disciplinar Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús
 Belgrano.

Para el 25 de mayo (1812) se le ocurrió hacer bendecir la bandera, ignoran-

do que en la lejana Bs.As. el Primer Triunvirato la había prohibido. Fue en la
Catedral, con la colaboración del canónigo Juan Ignacio Gorriti.

El bando del 29 de julio de 1812 es célebre. Imaginemos escuchar estas her-
mosas palabras, que cerraban una vibrante proclama : "Llegó pues la época en
que manifestéis vuestro heroísmo, y que vengáis a reuniros con el Ejército de mi
mando, si como aseguráis, queréis ser libres".

Dice la prof. Ana Teuel (1) que no debemos tener una visión tan simplista.No
era una lucha entre americanistas y españoles. Ambos ejércitos "se nutrían de
gente de todos los sectores sociales y étnicos. Españoles, americanos, mestizos,
y pobladores originarios".

"Los rasgos colonialistas estaban aún muy arraigados"- dice esta investigadora
del CONICET. "No olvidemos que habían pasado sólo dos años del 25 de ma-
yo de 1810". Es decir, una parte de la población era partidaria de no modificar
el "status" colonial...."Cuando ordena lo mismo en Salta, muchos ni se movieron.
Había un núcleo duro muy fuerte, fiel al orden colonial".

Esto explica porque parte del bando Belgrano lo dedica a intimidar a un sector
del pueblo jujeño, que le era indócil. Hubo que echar mano al rigor militar...
"Será pasado por las armas todo aquel que no obedezca este llamado al heroís-
mo" fue la frase más leve de un bando que fue posteriormente calificado por el
sorprendido invasor (Pío Tristán) como "impío"."¡ Belgrano es imperdonable!"
asegúrase que el militar peruano al servicio de la Corona, exclamó.

"No debía quedar nada que le fuera útil al enemigo.Las casas fueron destruídas,
Los campos, o prematuramente cosechados, o quemados. Los animales captura-
dos, los bienes que no pudieran ser transportados en mula, o caballo, corrieron
igual suerte...¡Nada, ni un trozo de hierro debía quedar!" (2)

Al fin llegó el día de la partida, que fue el 23 de agosto de 1812. Según se cree,
al atardecer partieron las tropas con la parte más pobre de la población (3) Al
frente se puso Belgrano, que luego regresó para asegurarse que ninguno de los
más afortunados - ellos querían carretas para trasladarse, y no se las pudo con
seguir- y por supuesto fue el último en partir. ¿Goyeneche? Ya estaba por la que-
brada de Humahuaca, unos 100 kmts. al norte.

"Caminaron 50 kilómetros por día, cinco veces más de lo aconsejado. Entre San
Salvador de Jujuy y Tucumán, hay 360 kilómetros, suponiendo que hicieron el
camino paralelo a la actual ruta 34". Pueblo sufrido el del Norte.Se contabilizaron
(hasta ese 23/8/1812) 12 invasiones y 124 batallas por la independencia. "Hubo
además otros dos éxodos, en 1814 y 1817, están documentados" - asegura Ana
Teruel en una nota aparecida  esta semana en "La Capital" de Rosario. Se la
puede leer en el sitio web del diario.

Entre 2000 y 3000 pobladores - se sumaban por el camino lugareños, y también
otros se afincaban con parientes- toda una verdadera marea humana desafió "el
frío y el viento del invierno puneño" y además debió soportar el acoso de la avan-
zada que Goyeneche mandó con el único objeto de hostilizalos..

Hasta que una parte de reclutados sin mayor instrucción militar, denominados
"Los Decididos de Eustoquio Díaz Vélez" (así figura en los libros, no "Eustaquio")
se retrasa y le hace frente en la mítica batalla de las orillas del río Las Piedras.
Y escriben un nuevo y olvidado capítulo de gloria (3 de setiembre de 1812) con
dicha victoria, que también consistió" en la captura del Coronel Huici, líder de la
tropa realista".¡No confundir con la batalla de Las Piedras en la Banda Oriental!

El resto es mas o menos conocido.La amistad de Belgrano con la familia Aráoz,
que le pide que se quede en Tucumán, en la que influyó Díaz Vélez - su madre
era una Aráoz- y un amorío secreto con una niña de la familia, que mucho mas
tarde sería el motivo de la partida y el prematuro final del Creador de la Bande-
ra...según algunos historiadores, sin pruebas contundentes que avalen esa su-
puesta enfermedad venérea que agravó sus males respiratorios.

La influyente familia que le presentó a un brillante y joven Teniente, llamado Gre-
gorio Aráoz de Lamadrid. Junto a éste y los suyos, se preparó para hacerle fren
te a Tristán. Envió la carta a Buenos Aires, lo tenía decidido.

Rivadavia le contestó ratificando que debía seguir bajando hasta Córdoba, pero
Belgrano sabía que los realistas podrían "esquivarlo" e ir directamente a "la Docta"
y entrar casi sin oposición...

Claro que cuando esta misiva llegó ,ya se estaba festejando la victoria de Tucu-
mán (24 de septiembre) a la que seguiría la Batalla de Salta ( 20 de febrero de
1813) que tanto se festejó en el puerto, pero que al "desobediente" Belgrano le
costó un nuevo proceso. ¡Así es la memoria de los argentinos!

Esta semana, en los actos de homenaje a Belgrano, Diaz Vélez y Güemes, esta-
rán presentes los descendientes de los héroes. El Lic. Manuel Belgrano Lastra;
y Martín Güemes Arruabarrena, dice el sitio del Instituto Belgraniano de Jujuy.

Aunque este hito de los jujeños merece el homenaje en todos los rincones de la
Patria. Es que Belgrano regresó victorioso  y el 25 de mayo del años siguiente,
donó la bandera al Cabildo de Jujuy, como premio y homenaje por el heroísmo
demostrado.

Por si no lo sabes, el jueves la Nación tendrá como CAPITAL HONORÍFICA.
Según la ley 26.664 (2006) "Para conmemorar la Gesta del Éxodo, se declara a
la Provincia de Jujuy capital honorífica de la Nación Argentina, durante el 23 de
agosto de cada año".

Si te quedan dudas aún, cierra los ojos .Imagina. Nos invaden. Hay que irse. No
debes dejar nada útil. Tenés que demoler tu casa. Dejá al perro que molesta por
el camino. Desprendete de todo, la Patria te necesita. Son 360 kilometritos, nada
 mas...¿Estás listo?

BIBLIOGRAFÏA

(1) y (3)  Prof.  Ana Teruel , Doctora en Historia (U.N.J.) en un artículo de
              reciente de  "La Capital" de Rosairo (www.lacapital.com,ar)

     (3) Extractado del sitio del Prof. Felipe Pigna "Elhistoriador.com.ar"

    Los horarios y detalles de los festejos están en "www.bicentenarioexodo
    jujuy.gov.ar"

    Sitio oficial del Insituto Belgraniano "ManuelBelgrano.gov.ar"

IMÁGENES

   - Éxodo jujeño (óleo de Guillermo de Ré) de "es.wikipedia.org",
      reproducida por el sitio "Jujuyonlinenoticias.com.ar"

    - Bendición de la Bandera, de "Wikipedia.org "

    - Belgrano al frente del Ëxodo (cuadro anónimo) del sitiio
       "Portaldesalta.gov.ar"

    - Belgrano y la bandera en la plaza, del artículo sobre el
       Éxodo jujeño y biografía de Manuel Belgrano en "Es.
       Wikipedia.org" también reproducida por muchos otros
       sitios dedicados a la difusión de la Historia Argentina.



     

sábado, 18 de agosto de 2012

Hablemos de San Martín creador de bandera. Hablemos del San Martín desconocido.

Demasiado se escribe y habla de José Francisco de San Martín y Mato-
rras. Se recita de memoria, como en lección de primaria, lo conocido,
lo vulgar, al militar, al héroe, al patriota. Perfecto. Pero no alcanza, para
algunos. Esta nota amén de ser un homenaje al más grande de los argen-
tinos, al "Padre de la Patria", busca responder a la pregunta que un par
de jóvenes nos hiciera hace poco "¿Pero en definitiva ¿Qué es lo que
hizo de San Martín el más grande entre los grandes?"

Medianamente, todos los argentinos sabemos que el General nació como
hijo de quien ejercía la capitanía en la vasta zona que comprendía tanto
Corrientes como "las Misiones" -ya no tan jesuíticas, recordemos que
un año antes habían sido expulsados- y parte de la costa del actual es-
tado brasileño de Río Grande do Sul. ¿Qué hubiese sido de Yapeyú
de no haber nacido allí su hijo más ilustre el 25 de febrero de 1778?

Don Juan de San Martín quería que su hijo continuara su carrera, es de-
cir ser militar al servicio de Su Majestad.¡ Y casi media vida le dedicó a
la defensa de la bandera española! Comenzó en el Real Seminario de
nobles de Madrid, pasó por la Escuela de Temporalidades de Málaga
(1786) para recalar en Murcia, inicio de su brillante carrera militar.

Sabemos de sus combates en el Norte de África, de su labor en Bailén,
en La Albuera y otras batallas.Sabemos que a los 34 años alcanzó el
grado de Teniente Coronel (1812). Que se enteró de los sucesos de
Mayo de 1810 en su terruño, que pidió su baja. Pasó por Londres (una
placa lo recuerda, "The Liberator" dice)  que llegó con otro ilustre mili-
tar, tan español como él en su formación, llamado Carlos de Alvear.

No vamos a tratar aquí su obra como militar argentino, reemplazante de
Manuel Belgrano, ni al político, Gobernador de Cuyo. Vamos a hablar
del "otro" San Martín, el desconocido.

Un libro reciente de Felipe Pigna se refiere al San Martín político, que
ya hemos trazado subliminalmente al ver el Congreso General Constitu-
yente, mal llamado "de Tucumán". Una página dedicada a la masonería,
(fenixnews.com) saluda al "ilustre hermano José de San Martín, a 161
años de su muerte" y nos acerca a esa pregunta que hace unos días les
formulara a unos jóvenes "¿Cuántas banderas creó San Martín?"

Sin respuesta, obvio, los profesores de Historia de secundaria ni se mo-
lestan en citarlo. El ilustre correntino creó una bandera, la de Perú.

Si ellos luego la reemplazaron por la actual,es harina de otro costal.
"El Protector del Perú" o "Padre de la República" como le dicen
aún con gran respeto los peruanos, solía vestirse de "hombre de
pueblo" para mezclarse con los limeños en la puerta de las tiendas,
o en las tabernas, fondas, y otros puntos de reunión, y escuchar lo
que decían de él ,"deseoso de saber si el pueblo de Perú era feliz".

Esto es lo que le confesó, entre otras tantas cosas, a una infidente...
dama inglesa (*) residente en Chile, admiradora de Lord  Cochra-
 ne ("Ese mercenario"- según el profesor Estanislao J. Mou-
liá) y por lo tanto poseedora de una solapada animosidad contra
nuestro héroe.

La pregunta se responde así, estimados chicos. Lo que hizo grande
a San Martín, no fue su rebelión contra la bandera que le enseñó el
arte de la guerra (España) ni solo su habilidad para formar un Ejér-
cito de hombres de muy diferente extracción. No sólo su facilidad
para tratar con el aborigen, sumarlo a la gesta, hacerlo partícipe.
en lo que se llamó "la guerra de zapa" (espionaje).

No fue el noble que hizo desprenderse de todo lujo a las "Patricias"
ni el que acabara con el bronce de todo Cuyo para que -excelso ar-
te de Fray Luis Beltrán mediante- se dotara de cañones a su escua-
dra que pronto cruzaría los Andes.

Ni ese genio táctico que armó el acoso a Perú por mar (allí contrató
al ampuloso Lord, presente en varias gestas libertadores de varios
países sudamericanos luego de haber peleado contra Napoleón y su
"Armada invencible") tampòco el victorioso de entrevero de San Lo-
renzo (o desembarco fallido, llamada "la batalla de los cinco minu-
tos"). De Chacabuco, Maipo (Maipú para nosotros) etc.  En Guaya-
quil comenzará su verdadera gloria.

EL GENERAL QUE DIÓ UN PASO AL COSTADO

Tardamos tanto tiempo en confirmar todo lo que habíamos presumido
como desencadenante de su ostracismo...que vale la pena citarlo.

En 2002, en Barcelona, se publicó la traducción del libro de Harvey
Robert "Los Libertadores- La lucha por la independencia en América
Latina 1810- 1830" (1)

Allí se reproduce la carta de San Martín a Bolívar. Los que quieran
ahondar en el tema, visiten el sitio "El historiador.com" (de F. Pigna)
para verla en su totalidad. Entre otras cosas, descree de las palabras
del Gran Venezolano, que le había dicho en Guayaquil que "su tacto
le impediría dar órdenes a un General de su valía "(la de San Martín)

Lo refuta "o bien usted no ha estimado sincero mi ofrecimiento a po-
nerme a sus órdenes con las tropas a mi mando, o bien mi presencia
le resulta molesta" y más adelante, tras advertirle que el enemigo tie-
ne un mayor número y capacidad de reunión que el desperdigado
ejército libertador, un párrafo increíble, que lo pinta a cuerpo entero:

"Con el mayor Delgado, portador de la presente, le mando una esco-
peta, dos pistolas y mi caballo, que ya le he ofrecido en Guayaquil.
Acepte General, este souvenir, de su más ferviente admirador."

¿Entiendes? El paso al costado es lo que lo hizo grande. No entrar en
las rencillas domésticas "que desangran a una nación".

Es éste el glorioso por los siglos de los siglos San Martín, el que dejó
a Arenales a la cabeza de sus hombres, todos bajo el mando de
Simón Bolivar. Si posteriormente no hubo "feeling" entre estos solda-
dos, injustamente tildados de licenciosos, es una polémica que ni hoy
en día se ha acallado, y probable germen de esa aversión por todo
lo argentino que existe a lo largo de las naciones andinas.

Hubo otros temas, como la pertenencia de Guayaquil al Perú o a la
Gran Colombia, que como sabemos se zanjó con la creación de un
nuevo estado, llamado Ecuador , ¡Curiosamente con la misma ban-
dera! ¿Nunca les llamó la atención? San Martín se excusó de opi-
nar, porque según él era un tema menor.

El principal, era terminar con la lucha emancipadora, para" no so-
meter a nuestros pueblos indefinidamente a esta desgracia que es
la guerra"... Este San Martín que intentó "que sus huesos descansen
en su patria" pero no lo dejaron en paz, en su chacra de Mendoza
como él quería...y que como sabemos terminara muriendo en Francia
en 1850, veinte años más tarde que Bolívar (muerto el 17 dic. 1830)
No sin antes intentar un retorno que no fue tal, salvo mirar de lejos la
costa desde el buque, para decir "Adiós" definitivamente...en 1829.

Año que Juan Galo de Lavalle preparara la fallida revolución contra
Rosas ( a quien San Martín le ofreciera ponerse al frente de los pa-
triotas "en el rango que Ud. considere que le resulte útil" para enfren-
tar al bloqueo de los franceses) motivo por el cual no desembarca.
La revolución de los "Libres del Sud", como se recordará, fracasó
rotundamente. Sólo sirvió para endosarle a Lavalle y a sus audaces
colaboradores, el ominoso mote de "unitario", que no era.


¡Oh glorioso General del paso al costado! ¡Cuántas lecciones de hu-
mildad tienes para ofrecer a los políticos y militares de este siglo!


NOTA: (*) esa señora se llamó María Graham. Su "Dairio" fue citado
              en el capítulo 5 "El ostracismo voluntario y la vuelta a la Patria"
              del libro de José Luis Busaniche "San Martín visto por sus con-
              temporáneos". (2) Entre las confesiones de la viuda, rescatamos
              una frase "lamenté ante los señores, no haberles podido ofrecer-
              les mate"....sólo tomaron té, y hablaron en inglés, of course.San
              Martín dominaba cuatro idiomas.

BIBLIOGRAFIA:

          (1) Felipe Pigna en" www.elhistoriador.com"

         (2) En "argentinahistoria.com.ar". Ver" Biografías y memorias",
                posteriormente en "San Martín", donde aparecerá el
                citado libro de José L. Busaniche.

IMAGENES :  Retrato de San Martín en la ancianidad, y mate que
                       perteneciera al General, de "Clarín.com"

                      Retrato inédito de San Martín, de "fenix137rls.blogspot.
                     com", actualmente "fenixnews.com"

                      Bandera original del Perú, en otra nota del sitio dedicado
                      a la masonería opus cit. (fenixnews.com)
             



jueves, 26 de julio de 2012

El billete de una mujer que jamás fue feminista

Con motivo de un nuevo aniversario de la muerte de Eva Duarte de
Perón, el Banco Central de la República Argentina pondrá en circula-
ción papel moneda con la imagen de la mujer más influyente y contro-
vertida de la Historia Argentina. Seguramente las generaciones más
actuales de los argentinos adoptan como propio el discurso oficial,
que adolece de un craso error semántico: Evita jamás fue feminista.

Para quienes quisieran estudiar al movimiento peronista siempre he-
mos recomendado los libros del correntino Carlos Altaminrano, uno
de los intelectuales más prestigiosos del país. Actualmente dirige
un proyecto en la Universidad de Quilmes.

Para el estudio de Perón desde el punto de vista militar, nada mejor
que los libros del Prof. Robert Potash, que si bien no son accesibles
para todos, ninguno lo estudió con tanta imparcialidad. Del estado-
unidense rescatamos como el mejor libro, a su recopilación de do-
cumentos "Perón y el G.O.U." donde el Prof. no opina.Tamaña es
la contundencia de los facsímiles. El G.O.U. (para los que no sa-
ben lo que fue) fue la facción de militares que usó Perón como
trampolín. Parte de lo que luego sucedió con los militares se ex-
plica con esta primigenia "traición".

Y para estudiar a la mujer más polémica, amada u odiada en pro-
porciones similares, nada mejor que leer a la española Marysa
Navarro (nacida en Pamplona) autora de la que se considera la
más imparcial y completa de las biografías de Eva Perón.

Su libro "Evita", hasta hace algunos años inhallable en las libre-
rías, ha tenido una nueva edicón. Para los que prefieran leerlo en
su tablet u otro medio digital, recomendamos descargarlo en el
sitio es.scribd.com .Navarro es Doctora en Historia Latinoameri-
cana (Universidad de Colombia, 1964) ex- profesora del presti-
gioso Dartmouth College de Cambridge, EE.UU. en el cual si-
gue involucrada en proyectos, a pesar de su jubilación.

Fue nombrada académico residente por el Instituro David Rocke-
feller de Estudios Latinoamericanos de la famosa Universidad de
Harvard, donde estudiaron los líderes, como el Pdte.B. Obama.

Porque sobre Evita podríamos escribir páginas y páginas hasta
el cansancio -o hasta el oprobio- puesto que es y seguirá siendo
por mucho tiempo, la mujer política  más estudiada del país y,
nos atreveríamos a decir, de toda América Latina.

Ni bien terminamos de escuchar el discurso de la Sra, Presiden-
ta nos asaltó una duda ¿Y quién dijo que Evita quería figurar en
un billete? ¿Acaso Evita fue feminista? No lo fue, mal que les
pese a las damas del poder.

Vamos a transcribir párrafos de la entrevista de Jorge Natanson
(Página 12) cuando la española visitó el país con motivo de una
nueva edición de su libro "Evita", esta vez por parte de la edito-
rial Edhasa. Dicha entrevista aún está disponible en los archivos
del diario bonaerense.

Profunda, tajante, y sin anestesia, como siempre, la prof. Navarro
afirma:
"El proyecto político era de Perón, pero ella incidió en su imple-
mentación, y en la práctica del peronismo "(...)

- Pero Evita no tenía un discurso feminista como, por ejemplo
   el de Alicia Moreau de Justo...

"No.Evita era antifeminista.Es más, sentía desprecio por el tipo
de mujer feminista, que relacionaba a Alicia M. de Justo con las
inglesas. (...)" "Ella descubrió a las mujeres a través de Perón.
Fue él el primer Jefe de Estado argentino que puso el tema fe-
menino en la mesa, antes que Evita se metiera en política."

¿Interesante, no? Pero Natanson no se conforma, y revisa aún
más a fondo.Leamos.

- Pero no eran feministas (las mujeres peronistas) No tenían lo
   que hoy en día se denomina conciencia de género.

"No,por supuesto.Eran mujeres peronistas lideradas por Evita.
Pero no hay que subestimar.Ella creó un partido de mujeres,
con unidades de base, algo que no existía en ningún lugar del
mundo" (...) "Empadronó a todas las mujeres, las incitó a votar
por mujeres,les organizó un partido. El resultado fue que a Pe-
rón lo votaron más mujeres que hombres."

"En ese momento en el mundo, además de Evita, sólo había
una mujer con poder político semejante.Era la ministra de
defensa de Israel, Golda Meir."

Más adelante, insiste en lo ya conocido " (Evita) tenía influen-
cia en la C.G.T. que fue su puerta de entrada a la política" y
le dedica otros hermosos párrafos, ninguno de los cuales omite
su humilde origen, su condición de "hija reconocida por" que
tanto ofendía a los militares de la época, que la considera-
ban "indigna" y hasta le rebuscaron vestigios de sangre indí-
gena, al haber nacido en un poblado (Los Toldos) que como
sabemos fue asentamiento de lo que quedaba de pueblos
originarios, como se les llama ahora. No hay de qué avergon-
zarse, José de San Martín nunca renegó de ello.  Es famosa
su frase a un cacique chileno :"Yo soy tan indio como Uds."

Hay demasiadas versiones en la web del drama, del mito de
Eva Perón. No todos son imparciales. La otra vez leímos uno
que deslizaba una frase temeraria "Evita fue la primer desapa-
recida política de la Argentina" (lafogata.org) refiriéndose al
periplo del cadáver de Eva Perón, que como sabemos fue
secuestrado por un comando militar del lugar donde se lo
había escondido (CGT) Una historia muy rica que contare-
mos alguna oportunidad .

El militar encargado de custodiar el cadáver embalsamado
se enamoró, terminó sus días absolutamente insano, e in-
cluso -dice el mito- se negaba a entregar al mismo para ser
llevado a Europa, donde lo enterraron con nombre falso.

Debemos regresar a las palabras de la Prof. Navarro para
echar luz a la interminable polémica.

"Lo raptan porque lo consideran una bomba de tiempo"-
dijo, refiriéndose al probable estallido social que sucedería
a la noticia del hallazgo del sitio donde "descansaba" el
ícono del derrocado régimen peronista.

Y sorprende la catedrática española, cuya primera edición
del libro data de 1972 (foto) cuando traza un paralelismo
entre Eva y Emiliano Zapata.

"Me encontré (hacia 1972) que había demasiados mitos y
pocos estudios sobre Evita en Argentina." Cita un ejemplo.
"Siempre le echaron en la cara el incidente con las damas
de la Sociedad de Beneficencia, pero investigando descu-
brí que el mismo se remontaba a 1941, siendo que Evita
conoció a Perón en 1944". Dicho de otra manera, la mu-
jer política Eva Perón no existía. Era la actriz de radiotea-
tros María Eva Duarte, a secas.

Menciona también el "libro de cabecera" de las mujeres
feministas. "La razón de mi vida", que no es autoría de
ella, que lo empezó a dictar, pero después otra persona
lo termina, por encargo.

Es unánime la opinión de todos lo que han tenido la opor-
tunidad de leer ese libro (el papel de cierta calidad luce
amarillento y apergaminado, algunos ejemplares tienen
incluso el autógrafo de Evita con tinta negra en la primera
página) de que Evita se reserva un papel secundario, por
que lo que quiere resaltar es la figura de Perón.

Dice Navarro al respecto :" No se trata de una pleitesía
tonta.Ella sabe perfectamente que no es nada si no es la
esposa de Perón."

Su discurso resulta funcional, por ejemplo, a los revolu-
cionarios de los revueltos años ´70 ¿Por qué?

Navarro explica que" hubo una (mala) apropiación de
parte de sus discursos, de sesgo netamente revoluciona-
rios." Y también explica su comparación de los efectos de
los discursos, con el mítico líder mexicano Emiliano Zapata.

"Evita y Emiliano son dos de los pocos mitos latinoamerica-
nos que pueden ser canibalizados, porque en ambos existe
la posibilidad de apropiación. Son dos figuras vigentes" (...)
" Sus propias vidas (aún) detonan un eco muy fuerte entre
los sectores populares".

Lo grandioso de esta mujer es que tenía los espacios muy
delimitados, y así y todo, dentro de ese "coto" supo encon-
trar el modo, los recursos y la motivación necesaria para
hacer el más extenso y eficiente programa de asistencia e
integración de la Historia de esta  República.

Como dice Navarro. "Fue como una madre". Se refiere a
que primero actuó, hizo, se sacrificó. Después, se sentó
y en su mente se dijo que, al final de cuentas,  era una
MUJER.  Así, con mayúsculas. Mucho más que una ima-
gen en un billete ¿no?



CRÉDITOS DE LAS IMÁGENES

Foto de Evita, de wikipedia.org

Foto de los libros, copyright de sus respectivas editoriales (Planeta-Edhasa)

Foto de la presentación del billete, argentina.ar